jueves, 6 de diciembre de 2012

Bien habrá que actualizar este espacio olvidado desde hace un año.
Regresare....

Leí el último libro de Angeles Mastretta, y de pronto sentí una gran necesidad de contar mi propia historia, buscando y rebuscando en la memoria desde los abuelos, lo que me acuerdo, lo que me dijeron, lo que viví y lo que supongo que fue. Un día de estos...

jueves, 10 de marzo de 2011

viernes, 23 de julio de 2010

Ensayo sobre el artículo TRUST

“TRUST”
Cómo comienzan y terminan las rachas ganadoras y perdedoras
Por Rosabeth Moss Kanter



En términos generales yo no creo que nadie quiera ser fracasado, cualquier persona sana, que se levante por la mañana lo último que tiene en mente es fracasar. Claro que va seguro por la vida hacia el éxito, haciendo las cosas que sabe hacer, de la manera que conoce.

¿Qué pasa entonces? ¿Dónde empieza el problema? ¿Por qué el fracaso?

Tengo mi hipótesis. Todo viene desde el principio. Desde el bebé en el vientre de su madre. ¿Es deseado? ¿Va a tener un lugar propio en la familia a la que llegará? Y cuándo nace ¿Son las condiciones favorables en su entrada al mundo?
¿Es recibido con amor?, y la otra: ¿Qué tipo de nuevo ser humano se está iniciando?

Entre las influencias genéticas, los estímulos bioquímicos en el funcionamiento cerebral, la ingestión de toxinas en el periodo de gestación, su información adquirida, la alimentación, el entorno, su temperamento, el tipo de maternaje que tenga, la realidad en la que se irá insertando, su educación, su cultura, su sexo, su lugar en la historia, todo esto finalmente dará como consecuencia un alguien con sus características muy propias, con sus luces y sus sombras. Sin olvidar que el ser humano al nacer está inmaduro, todavía su cerebro seguirá un proceso, en las primeras épocas de su desarrollo. Esto hará la diferencia, cualquier cosa que se diga, se haga o se omita en la vida de un bebé dejará una huella, se le imprimirá como un sello de triunfador, o le quedará una cicatriz.

En una conferencia Bernard Aucouturier decía que cada individuo tenía una unidad básica de placer que se iniciaba en la concepción y se cerraba más o menos a los 8 años de edad. Que si esta unidad (que incluía todas las necesidades básicas del ser humano abarcando tanto las físicas, como las mentales y emocionales) se cerraba de una manera placentera, la persona tendría más posibilidades de desarrollarse plenamente. Y que si se cerraba en el displacer, generaría neurosis. Las personas neuróticas tienen menos herramientas para salir adelante.


¿Y entonces? ¿Cómo funciona una persona exitosa?, ¿qué la distingue de las otras si también tiene su dotación de sombras? (de las que no puede escapar).
¿Por qué por ejemplo en gemelos idénticos, uno puede tender al fracaso y el otro ser exitoso? ¿Cuándo se imprimió la diferencia?

Según el Prof. Paul MacLean, La acción combinada de “los tres sectores del cerebro: Tallo cerebral (instintivo-intuitivo), sistema límbico (impulsivo-emocional), neocortex (reservado-racional), forma el comportamiento humano.

Las capacidades mentales, como la memoria, la percepción, imaginación, lenguaje y pensamiento tienen una compleja estructura subyacente en el cerebro.”


Si observamos la naturaleza, un árbol por ejemplo, fuerte, sano, robusto, tiene entre su follaje, lo mismo hojas sanas, que enfermas, o mal formadas, o inacabadas, o ramas como si parecieran fuera de lugar. Y en un árbol pensaríamos, es normal, es parte de la vida. Quizá todo tiene un para qué, que tal ¿el equilibrio? No sería entonces una respuesta el suponer que éxito y fracaso se tengan que dar?

En el árbol la savia sube igual para todo, pero debido a las características de cada elemento cada organismo va a ir absorbiendo los nutrientes que necesita, y le llegarán completos o incompletos desde su perfección o imperfección.

A las personas igual, las oportunidades están ahí y el sinfín de posibilidades también, pero nuevamente su percepción será desde su completud o incompletud.

Así que posiblemente la diferencia con el ser humano sería el nivel de conciencia. (Se sabe ya que gran parte de la motivación humana se genera por debajo del nivel de conciencia).

Y aquí hay otra cuestión, ¿qué ocurre cuando la conciencia es errónea? Una persona puede estar haciendo todo lo posible por lograr algo, pero va como al revés.
Y esto dará el que se construya o destruya como ser humano. Por eso al inicio mencioné “una persona sana”.

Desde este enfoque ya no es suficiente con hacer todos los días lo que se hace y de la manera que se hace. Queda pensar que para que una persona sea exitosa tendría que empezar por entender su personalidad, su forma de ser y estar en el mundo, la aceptación de sus virtudes y sus defectos, sus puntos fuertes y débiles, sus bases biológicas de libertad. Una aceptación sana de su hacer y su ser, allegándose todo aquello que se adecúe exactamente a su estilo. Habría que averiguar día a día hasta que punto nos podemos proyectar hacia otros niveles de conciencia. Lograr liberar la libertad interna e ir descubriendo todo aquello que bloquea, para eliminar o modificar lo que no le permita crecer. Ser observador de sí mismo y lograr distinguir los pensamientos y sentimientos que le son propios, y todo lo que ha sido adquirido.
No es una tarea simple, pero tampoco es imposible.




Ahora otra hipótesis, qué pasa con el concepto de éxito, para cada persona implica algo diferente, para algunos quizá sea el obtener más dinero, para otros será el poder, para alguien más solo tener una familia bien establecida, un joven quiere solo terminar su carrera y conseguir un trabajo estable. Todo esto lo vuelve subjetivo, no podríamos decir que alguien es un fracasado si él desde su perspectiva asumió la dirección de sí mismo de una manera responsable, realizó su elección. Lo que resulte al final puede o no ser significativo para los demás. Y esto no lo convierte en ganador o perdedor.

También está el azar, (este eterno y controvertido azar), infinidad de veces inicias un proyecto y hay, ¡por supuesto que hay! Elementos externos que lo modifican.
No todo es controlado por tu mente. Puedo amanecer pensando hoy voy a vender. Y ese mismo día las personas de mi entorno se levantan pensando siempre compro todo, hoy no voy a comprar. Tú sales y a pesar de tus estrategias, tus planes y métodos todo falla, no vendes nada.
Entonces habría que redimensionar ¿qué es el éxito?
O en el camino ir modificando tus técnicas, la meta será la misma pero con alternativas distintas.


Ahora volviendo a la naturaleza, hay animales de nido, y animales de acarreo, las primeras dejan a sus crías durante largos períodos mientras las madres buscan alimentos; y las especies que acarrean, se mantienen en continuo contacto con sus crías.

Los humanos somos de acarreo. El bebé necesita estar cerca de la madre, no solo se nutre con el alimento que recibe sino con el contacto piel a piel, de ahí aprende muchas otras cosas, todo esto lo hace un ser social. Así que durante toda su vida irá creando vínculos. Por lo que se construye así mismo solo a través del otro, por y con el otro. Ya decía Zubiri que el perro era perro, sin necesidad de la acción del humano por su etograma, pero para que el hombre fuera hombre necesitaba de sus iguales.

Y en este contexto social es donde se instala la confianza. La confianza vista en 2 momentos: uno cómo la capacidad de ánimo personal para la acción, el percibirse a sí mismo como alguien que inspira confianza; otra como la elección consiente, hecha conjuntamente por dos o más personas distintas, que las coloca en un pie de igualdad y por lo mismo excluye que una de ellas trate de someterse a la otra. Es por tanto la voluntad misma la que se compromete. Ya no está basada solo en las expectativas cubiertas. Muchas veces demuestras más confianza en el otro cuando no tienes expectativas, porque de ese modo le das plena libertad. De antemano sabrá que no será juzgado porque no esperabas nada.


En un grupo creo que muchas veces el problema está justamente en las expectativas, (y no importa si son razonables o no) porque a fin de cuentas éstas serán siempre desde el punto de vista del que las tiene, y las respuestas de los otros no necesariamente se ajustaran a tu visión.


Pienso que para que un equipo de trabajo funcione se necesita madurez. Y entonces sí será posible la confianza, sabiendo de antemano que cada uno hará lo que le toca poniendo toda su energía, su pasión, su responsabilidad, su entrega, su entusiasmo y sus saberes en la tarea que le corresponde.
El vínculo que se genere será fuerte, proactivo y eficaz. Un buen vínculo genera crecimiento.

Un grupo exitoso es aquel en el que todos sus miembros están por opción propia, en el que cada uno es autónomo, libre, comprometido y que pone al servicio del otro lo que es y lo que sabe. Donde la competencia es contra uno mismo y en beneficio de todos. Es como ir aumentando mi propio marcador.


En conclusión, el 90% del éxito es actitud, ya que siempre puedo optar.
No todo depende de mí, pero si hago todo lo que sé hacer y pongo el empeño suficiente y algo más, al final si lo que resulte no es exactamente el triunfo, también estaría ganando, ya que el proceso también es aprendizaje, y este es ya en si un éxito.

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